Madrid se mueve al ritmo de Sarri, Sarri

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El pasado mes de octubre de 2024, FERMÍN MUGURUZA anunció una gira para celebrar los 40 años encima de los escenarios. Si la gira se compone de diversas fechas, había una que no era una más, la del 15 de febrero de 2025 en el Movistar Arena de Madrid, en pleno Barrio de Salamanca, ya que suponía un golpe de efecto y de superación de la censura y boicots sufridos por el irundarra años atrás. Las entradas de pista volaron en horas, y el entonces Wizink Center, abrió las gradas a lo que Fermín Muguruza denominó de “Aquelarre Antifascista”. Autobuses fletados desde numerosos lugares del estado (más de 1000 personas venían desde Euskadi) para el concierto de Madrid, confirmaban la importancia de la fecha. 

El pasado mes de octubre de 2024, FERMÍN MUGURUZA anunció una gira para celebrar los 40 años encima de los escenarios. Si la gira se compone de diversas fechas, había una que no era una más, la del 15 de febrero de 2025 en el Movistar Arena de Madrid, en pleno Barrio de Salamanca, ya que suponía un golpe de efecto y de superación de la censura y boicots sufridos por el irundarra años atrás. Las entradas de pista volaron en horas, y el entonces Wizink Center, abrió las gradas a lo que Fermín Muguruza denominó de “Aquelarre Antifascista”. Autobuses fletados desde numerosos lugares del estado (más de 1000 personas venían desde Euskadi) para el concierto de Madrid, confirmaban la importancia de la fecha. 

Horas antes, la madrileña Plaza de Felipe II respiraba un ambiente especial. Un mosaico generacional que portaba camisetas de grupos como Kortatu o Negu Gorriak, recorría la zona  y llenaba las terrazas de los locales adyacentes; ayudado por el buen día con el que febrero nos obsequió. Según avanzaba la tarde, la gente iba tomando posiciones en las entradas al recinto, abriéndose las puertas a la hora prevista.

Se había elegido a la banda madrileña TREMENDA JAURÍA, como encargada de abrir la tarde-noche musical. Con puntualidad saltaron al escenario y como se comprobó, lo hicieron para comérselo, sin parar de moverse, saltar e interactuar con el público. Así fueron repasando sus temas más sonados como Akelarre, Morir Matando, Goza la Trama, Esta Noche o Con Tol Deskaro, temas que reflejan la música y letras de la banda, una fusión de sonidos como el rock, la elctrónica e incluso el reggaeton cuyas letras se dirigen a la lucha contra el machismo, contra el racismo, a favor de una sociedad justa…

Fueron unos rapidísimos 45 minutos de actuación en los que llenaron el Movistar Arena de ritmo y color, consiguiendo calentar el ambiente y dejarlo preparado para la salida del guipuzcuano.

Se apagaron las luces para realizar los retoques necesarios de escenario y sonido. En la pantalla apareció en blanco y negro MUGURUZA FM 1984-2024, y cuando comenzaron a poner el pie en tablas los miembros de la banda y a sonar los acordes de Maputxe, todo saltó por los aires. Fermín Muguruza salía a escena y 15000 personas estaban allí para disfrutar. Urrun y Eguraldi Lainotsua Hiriburuan siguieron para dar paso al primer hit de la noche, la canción de Kortatu Hay Algo Aquí Que Va Mal, en la que se produjo el primer gran pogo. En este momento ya no quedaba nadie sentado en las gradas.

De esta forma iban desfilando temas como La Línea del Frente, Desmond Tutu, Newroz, Azoka Eguna, los ritmos jamaicanos en Euskal Herria Jamaika Clash, o A la Calle en la que Fermín Muguruza hizo un alegato a favor del sindicalismo y contra su criminalización.

Pero si hubo un momento emotivo, fue el de la canción Bizitza Zein Laburra Den, dedicada a su fallecido hermano Íñigo, con el que estaba muy unido. Las imágenes del mismo iban sucediéndose en las pantallas y a Fermín Muguruza se le veía emocionadísimo, intentando contener las lágrimas que parecían iban a salir en cualquier momento. La ovación de los 15000 espectadores seguro que le llegó a Íñigo allí desde donde estuviese presenciando el concierto. Nicaragua Sandinista y la causa a la que Íñigo Muguruza estuvo tan unido en vida, fue el tema que nos volvió a llevar al concierto desde esos momentos de emoción.

Aquí, Fermín hizo un impás para contarnos como fueron esos años de prohibiciones y censuras a sus conciertos, especialmente el del día de “la ceremonia de apareamiento de parásitos”, el día de la boda real de mayo de 2004. También tuvo recuerdo para Isabel Ayuso y esas residencias de ancianos que tanto sufrieron durante el COVID. 

Black is Beltza con la colaboración de Begoña Bang-Matu fue la canción que cerraba el bloque de canciones que daría paso a uno de los más esperados -al menos por la entrega del público- marcado por canciones de Kortatu y Negu Gorriak. Así, After-Boltxebike, Hiri Gerrilaren Dantza, Bidasoa Fundamentalista, Itxoiten o Etxerat!. Pero faltaba en este bloque uno de los temas más conocidos de Kortatu, y para cantarla -al igual que en el concierto de Barcelona- llamó al escenario a “Karlos Animal”, el cantante de la madrileña banda Non Servium. Era Zu Atrapatu Arte. Delirio en el recinto, empujones, vasos al aire, gritos… A pesar de las dos horas de espéctaculo, los ánimos no decaían en el público. 

El siguiente en colaborar en el concierto fue Jon Maia que subió a hacer improvisación en castellano. Pero Fermín Muguruza no es sólo un músico, es un icono de la lucha y de la reivindicacion política y son muy diversas las causas que apoya. Por ello, durante este tramo del concierto, hubo tiempo en recordar conflictos que pasan desapercibidos para la mayoría, como el del Congo, para reivindicar el derecho a la vivienda digna, para denunciar el peligro del aumento de la extrema derecha o para aplaudir la lucha obrera. Este fue el momento elegido para que de la trikitixa de Xabi Solano salieran los acordes de La Internacional, mientras eran proyectadas imágenes de Tiempos Modernos de Chaplin.

El Último Ska fue la banda sonora elegida para presentar a la magnífica banda que acompaña a Fermín Muguruza en este 40 Aniversario: la poderosa voz de Miriam “Matah”, la guitarra de Lide Hernando (que manera de rasgar las cuerdas en Bidasoa Fundamentalista), el bajo de Víctor Navarrete, la batería de la barcelonesa Gloria Maurel, los vientos de Jon Elizalde, Aritz Lonbide e Igor Ruiz y el citado Xabi Solano a la trikitixa. 

Pero por supuesto, no se podía pasar por alto la guerra en Palestina, y con Yalah, Yalah Ramallah! cientos de banderas palestinas se elevaron por encima de las cabezas de los asistentes mientras en el escenario los bailarines de Watani, daban un colorido especial al momento. ¡Boicot a Israel!, se gritaba a la conclusión de la canción, grito que sólo se rompió con los acordes del Lepoan Hartu Ta Segi Aurrera, que fue cantado por todos los asistentes y que fue el preludio del tema Gora Herria.

Pero faltaba una canción. Todo el mundo quería escuchar en pleno Barrio de Salamanca de Madrid uno de los temas que más ha sido perseguido y censurado: Sarri, Sarri. Volvieron a saltar a escena los miembros de Tremenda Jauría, pero en esta ocasión había una colaboración sorpresa, otra invitada de excepción que cogió el micrófono junto a Fermín Muguruza, la conocida actriz por su papel en La Casa de Papel, Itziar Ituño.

Sarri, Sarri puso punto y final a más de dos horas y media de concierto que no defraudó. Una banda perfectamente engrasada, un sonido increíble y un juego de luces espectacular, ayudó a hacer de la celebración del 40 Aniversario de Fermín Muguruza uno de esos conciertos que no olvidas, de los que siempre dice, yo estuve allí. El guipuzcoano se ha convertido en una figura clave de la escena cultural y  consiguió que Madrid, se rindiera a su música entendida como instrumento de lucha, de resistencia a las desigualdades y de cambio. 

Fotos y texto para Rock Culture:
JOSE CARLOS SORIA PARRA
@jcsparra.pics

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