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La dibujante Susanna Martín Segarra ha sido la encargada de trasladar la película “Black is Beltza II – Ainhoa”, dirigida por Fermin Muguruza, al comic.
Susanna Martín es barcelonesa, comenzó a publicar profesionalmente en año 2010 y desde entonces ha construido un sobresaliente currículum, con cerca de veinte obras publicadas, varios premios recibidos y demostrado también una gran solvencia como guionista.
Entre su bibliografía se pueden destacar “Annemarie” (biografía de la reportera Annemarie Schwarzenbach, junto a María Castrejón), “Sansamba” (sobre la inmigración llegada de África, junto a Isabel Franc) o “Residencia de estudiantes” (centrada en la vida de Federico García Lorca, donde también es autora del guión).
En su nueva obra el trabajo que ha realizado tiene un mérito especial, pues ha partido directamente del libreto cinematográfico para construir el cómic, enfrentándose por tanto al desafío de transformar escenas y un lenguaje visual muy determinado, marcado por la imagen en movimiento, a viñetas.
El resultado es muy meritorio. Y lejos de ser un artefacto secundario, como lo son los comics lanzados en paralelo a ciertas películas “mainstream” publicados solo para hacer caja, se trata de una obra artística autónoma, con su propia personalidad y perspectiva. La historia es la misma, pero se relata de una forma diferente, hasta el punto que los personajes tienen diseños distintos, aunque resulten fácilmente reconocible en ambos formatos.
La novela gráfica ha sido publicada en cuatro idiomas por diferentes editoriales: euskera (Elkar), catalán (Pol-Len), gallego (Demo Editorial) y castellano (Reservoir Dogs).
En la siguiente entrevista conoceremos algunos aspectos de la trayectoria de Susanna Martín y detalles de la gestación del cómic “Black is Beltza II – Ainhoa”, recomendable tanto para quienes ya han visto la película, como para los que aún no han tenido la oportunidad de disfrutar de ella.
Siempre he dibujado y he leído cómics, toda la vida. Tras estudiar una carrera que no tenía que ver casi con el arte, me fui a la “Llotja” de Barcelona a estudiar Ilustración y Pintura, pero el cómic no era ninguna materia. Así que cuando apareció la magia y oportunidad de publicar con Norma, fue en ese año y medio cuando aprendí el oficio, y gracias al editor de ese momento, Álex Fernández.
La ilustración y el dibujo de historietas son dos áreas artísticas diferentes, dos lenguajes distintos. Dibujar cómics está muy relacionado con la narración. Yo también me defino como narradora gráfica o storyteller. Y esa es la parte difícil de hacer un cómic, que la narración (el dibujo) fluya con la historia que estás contando, jugando con el lenguaje propio del cómic: elipsis, metáforas, estructuras y composición de páginas, etc.
Para mí hay dos fases difíciles y tienen que ver con el guion y con el dibujo: escribir una buena historia y encontrar su ritmo narrativo, y dibujar el storyboard (el boceto del cómic) donde se remata ese ritmo y ves si funciona o no.
Las dos facetas me gustan y tiendo a ir alternando. Cuando trabajo con guionista, es más descansado y además puedes compartir penas y alegrías, como el trabajo en equipo, vaya. Y cuando trabajo escribiendo y dibujando, es más angustiante y cansado pero es un reto profesional mucho mayor, y el subidón es mayor.
Sí, en un cómic pequeño social de grapa para UNRWA España. Tuve que buscar ayuda de dibujante porque me pillé los dedos con los tiempos y no lo podía asumir todo yo. El cómic es “Ahlam, soñar con una vida”. Y la dibujante fue la titana Cristina Bueno. Salió genial.
Y en un futuro, quién sabe. Si tengo una buena historia de repente y me veo mayor para dibujarla o imagino a X dibujante llevándola a cabo… ¿por qué no?
Los premios y becas siempre son algo bueno, son una inyección económica muy necesaria, normalmente mucho más elevada que el adelanto que te puede pagar una editorial de cómics española. Nuestra industria y nuestra cultura está muy precaria, por lo que las ayudas a la creación son muy necesarias. Son como un mecenazgo institucional.
Y, evidentemente, cuanto más publicas más reconocimiento y propuestas de proyectos.
Me gusta cuestionar, reivindicar, visibilizar; al fin y al cabo soy activista feminista y del colectivo lgtbi+.
Cuando me proponen una obra, siempre voy a intentar aportar mi granito de arena, aunque sea pequeño, porque pienso que a alguien le llegará. Cualquier obra de ficción tiene una parte política o de crítica social, partimos de la realidad para crear e inventar historias. Lo que ocurre es que en las obras que rozan el periodismo o el realismo social es lo que destaca.
¿Te parece natural aludir a esta cuestión en una entrevista? La heterosexualidad es algo tan establecido e incluso institucionalizado que jamás se le preguntaría en una entrevista a un creador hombre cis y hetero por su identidad sexual o de género. Muchas de esas alusiones se han hecho, como el caso de Teresa Castro, por compromiso con la visibilidad LGTBI+, que es algo que comparto y practico. Y resulta paradójico que los periodistas que no entendéis esa necesidad me preguntéis por ello en vez de por mi técnica o evolución en mi dibujo y uso del lenguaje narrativo.
Sigue en marcha pero andamos de perfil bajo. Es un colectivo que se formó en 2013, el año en el que se intentó el anteproyecto de ley del aborto del ministro Gallardón. Creamos reunir y difundir en las rrss aluvión de imágenes gráficas contra ese anteproyecto. Luego siguieron charlas, asambleas en salones de cómic estatales y los Premios honoríficos a autoras mayores (algunas murieron ya) completamente olvidadas por la crítica y el mercado comiquero. La principal motivación fue el encontrarnos, conocernos, apoyarnos y ver que compartíamos los mismos malestares con el mundo del cómic, todavía hoy, muy masculinizado y patriarcal, a pesar de la inmensa presencia de autoras en publicaciones.
Efectivamente, me pasaron el guion cinematográfico (con escenas mucho más largas y descriptivas) y el storyboard de la película, más el diseño de personajes. Y fue una labor complicada, adaptar las escenas de cine a cómic. El ritmo es muy distinto y muchas escenas tuve que simplificarlas o quitarlas. Y en cambio otras escenas son más pausadas y poéticas. Y para los personajes, también quise darles mi perspectiva, cosa que me dejó Fermin, siempre y cuando no me alejara mucho del diseño original.
No quise ver la película para que no me influyera, pero, aunque hubiese querido no habría podido, ya que se hizo en paralelo.
Yo soy más fan del primer cómic que de la primera película, y para mantener alguna conexión con el dibujo de Dr. Alderete, seguí con la idea de colorear con un color distinto cada viaje, más el uso del entramado de puntos.
Y no me da miedo las comparaciones entre este segundo cómic con la película, ya que son dos miradas distintas a una misma historia, y dos lenguajes y ritmos distintos. Creo que una complementa a la otra y al revés. Esta es la idea de Muguruza, que sea lo más transversal y amplio de miradas posible.
¡Me gustó más el libro! (Es broma). Como he comentado, son dos miradas distintas con ritmos diferentes. Aunque conocía toda la trama, para mí fue como verla por primera vez, con el añadido de la banda sonora, que es espectacular, y los gritos de la gente en el cine cada vez que Ainhoa reparte castañas.
Como terminé el cómic antes de ver la película, mi primera sensación una vez lo leí del tirón fue de satisfacción. Creo que es una buena obra, que engancha y hace que te enamores de las protagonistas.
Hace siete años que vivo en el País Vasco. Cuando llegué me di cuenta de mi ignorancia en el rock vasco, sobre todo de los 80. Claro que conocía las Vulpess, Kortatu, Cicatriz… pero su contexto lo desconocía. “Sarri-sarri” sonaba en todas las barracas y fiestas de cualquier sitio, la original, la versionada… Poco a poco me fui integrando y conociendo esos años y, cuando fui madre, mi pareja empezó a cantarle a nuestre hije la canción de Joxe Ripiau “Lo”, unos meses después de la muerte de Iñigo y unos meses antes de que Fermin me escribiera proponiéndome participar en “Black is Beltza 2”.
Creo que para mí el mayor reto de este cómic ha sido precisamente dibujar a Iñigo, por lo que significaba para Fermin.
El siguiente libro que saldrá a finales de febrero es sobre la prisión “Modelo de Barcelona”. Es un encargo del Ayuntamiento pero con guión de Jordi de Miguel, periodista, y la coordinación del diario Crític.
Y nada más, salvo desearte mucha suerte en tu carrera y dejarte espacio, por si quieres añadir algo más para nuestros lectores…
¡Muchas gracias!
A las proyecciones de documentales, se sumará la presencia, como invitados de Ignacio Juliá, director de Ruta 66; Paula Labordeta y Fermín Muguruza, entre otros.
La V edición del Festival Encuentros en el M/A/L (Música, culturA y Letras) ofrecerá un mes cargado de actividades en torno a la música y el cine, con el Ciclo de Cine Documental Musical, que ofrecerá las proyecciones de largometrajes y el posterior debate con figuras clave de las propuestas cinematográficas, durante los sábados de este mes de febrero, con entrada libre, en TEA Tenerife Espacio de las Artes. The Velvet Underground, José Antonio Labordeta, y la última película animada dirigida por Fermin Muguruza, serán los protagonistas de esta edición, que pone el foco en la visibilización de conflictos que afectan a grandes poblaciones y que suponen una barrera para el desarrollo y el bienestar de las personas.
A través de la música y las manifestaciones artísticas, el Festival Encuentros en el M/A/L continuará desplegando sus actividades, en próximas fechas en las islas de La Gomera, Gran Canaria y Tenerife, para visibilizar el necesario activismo que encuentra su refugio en la cultura. Esta iniciativa, que produce Cauproges, es posible gracias a la ayuda de Promotur, Instituto Canario de Desarrollo Cultural, Cabido Insular de Tenerife y Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife; y a la colaboración de los ayuntamientos de Vallehermoso e Icod de los Vinos y TEA Tenerife Espacio de las Artes.
Este Ciclo de Cine Documental Musical comenzará este sábado, 4 de febrero, con la proyección de Song for Drella, con la presencia, como invitado de Ignacio Juliá, cofundador de la publicación Ruta 66. El sábado 18 de febrero será el turno de Labordeta, un hombre sin más, con la Paula Labordeta y Gaizka Urresti como invitados; mientras que el Ciclo finalizará el 25 de febrero, con Black is Beltza II: Ainoha, con Fermín Muguruza en la sala. Todas las proyecciones tendrán lugar a las 12 de la mañana, en TEA Tenerife Espacio de las Artes, con entrada libre. Los debates tendrán como moderadores a los periodistas Diego F. Hernández y Xavier Valiño.
Dirigida por Edward Lachman, la película documental Song for Drella es un relato de la vida de Andy Warhol, Lou Reed y John Cale, al tiempo que un poema íntimo en verso y música, para crear 15 canciones que narran la vida, los sueños y aspiraciones del mítico artista y actor estadounidense, que fue el mentor y manager de The Velvet Underground. Veinte años después de que Lour Reeed y John Cale disolvieran la famosa banda, se reunieron, de forma breve, para grabar Songs for Drella, que captura esta película de concierto. Fue su largometraje al Andy Warhol, tres años después de su muerte, en 1987.
Tras la proyección de esta interesante pieza audiovisual, se establecerá una conversación con Ignacio Juliá, director de la publicación Ruta 66 y autor de biografías autorizadas de Velvet Underground y de Sonic Youth, publicadas en inglés. Es colaborador habitual de El País y autor de libros en español sobre John Lennon, Bruce Springsteen, Lou Reed o Neil Young.
Que José Antonio Labordeta era uno de los cantautores, poetas y políticos más querido, se demostró cuando, en 2010, casi cincuenta mil personas fueron a despedirse de él, en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, donde se situó la capilla ardiente. Desde entonces, Paula Labordeta, una de sus hijas, que ha trabajado durante toda su vida en televisión, comenzó a idear la creación de un documental para mostrar la cara más íntima de su padre. Paula Labordeta y Gaizka Urresti, directores del documental Labordeta, un hombre sin más, estará presentes en la proyección en TEA y podrán así ofrecer más detalles de este viaje cinematográfica, en el que tienen gran presencia Juana Grandes, mujer de Labordeta, y sus hijas: Ana, Ángela y Paula.
Gaizka Urresti es guionista, director y productor cinematográfico. En 2008 dirigió su primer largometraje documental, junto a Javier Espada, con quien también colaboró como guionista, titulado El último guión. Buñuel en la Memoria. Otra de sus producciones es la adaptación, por él mismo, de la novela de Miguel Mena, Bendita Calamidad. Como docente, además de impartir múltiples talleres en España, lleva desde 2003 ofreciendo la asignatura de promoción del audiovisual en el CPA de Zaragoza.
Este II Ciclo de Cine Documental Musical finalizará con la proyección de Black is Beltza II: Ainoha, película de animación dirigida por el músico vasco Fermin Muguruza, que estará presente durante la proyección, el 25 de febrero. Se trata de la secuela de Black is Beltza, en la que se narraba la historia de Manex, mozo encargado de portar uno de los dos gigantes negros que formaban parte de Los gigantes de Pamplona (imagen icónica de las Fiestas de San Fermín), en 1965, y que fueron vetados por las autoridades estadounidenses, en el desfile de ese año en la Quinta Avenida de Nueva York.
En esta segunda parte, ambientada en los años 80, la protagonista es Ainhoa, hija de Manex y Amanda. El reparto de intérpretes que ponen voz a los personajes, está compuesto por Ariadna Gil, Antonio de la Torre, Yashmine Kris, Itziar Ituño, Darko Peric o Gorka Otxoa, entre otros. La banda sonora está compuesta por MURSEGO. Black is Beltza II ha sido nominada, en la categoría de Mejor Película de Animación, en los Goya 2023.
Aunque es conocido por su extensa carrera musical, Fermín Muguruza ha realizado, desde 2006, un intenso trabajo en el ámbito audiovisual. Además de los largometrajes Bass-que Culture y Chechpoint Rock. Canciones desde Palestina, Zuloak y No More Tour, ha dirigido una serie de once documentales sobre la música árabe, con el título Next Music Station, para la cadena Al Jazeera. Muguruza es también programador de las secciones de documental musical de los festivales DOCSDF, de México, y Cine Migrante, de Argentina.
Público | Nortes ➝
Fotos: Iván G. Fernández
Todo comenzó con una foto de archivo en la prensa vasca. Fermín Muguruza (Irún, 1963) descubrió por casualidad la imagen de los gigantes de Iruña desfilando por la Quinta Avenida de Nueva York un 12 de Octubre de 1965. La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona se unía así a la celebración neoyorkina del Día de la Hispanidad. Sin embargo, en la noticia se advertía un detalle curioso. No todos habían podido participar en el acto: seis de los ocho gigantes, en concreto la pareja de gigantes negros, había sido excluida del desfile debido al racismo vigente en los EEUU.
Un chispazo. A partir de esta pequeña anécdota Fermín comenzaba a investigar y tirar del hilo. En febrero había sido asesinado el líder político Malcolm X y la comunidad afroamericana estaba en pie de guerra en todo el país. En agosto habían tenido lugar importantes disturbios en los barrios negros de Los Ángeles. Muguruza ya tenía el punto de partida de lo que iba a ser “Black is Beltza”, el debut en el cómic, a los 50 años, de alguien que se había educado sentimentalmente en el Irún de los años 80 leyendo cómic underground – “de trazo grueso, siempre anti línea clara”- en El Víbora, Totem y Métal Hurlant, la histórica publicación francesa. Ventajas, esto último, de vivir en la frontera.
Solo faltaba introducir un personaje de ficción para hilvanar una historia transatlántica de música y revolución. ¿Qué hubiera pasado si uno de los mozos encargados de portar los gigantes se hubiera rebelado contra la discriminación racial? Nacía Manex, un joven de Iruña que indignado por el racismo y fascinado por la música Soul, decide dejar a sus compañeros de comparsa, ir a Harlem y pasarse a la lucha revolucionaria. Un chaval que pasa de la rebelión espontánea a la toma de conciencia política en un viaje iniciático que le lleva por todos los escenarios de las luchas anticoloniales convertido en algo así como un agente 007 vasco y de izquierdas.
Publicado en 2014 cómic y convertido en 2018 en largometraje de animación, “Black is Beltza” tiene ahora una continuación, “Ainhoa” (2022), que cuenta las aventuras de la hija de Manex y la revolucionaria afrocubana Amanda. Si la primera parte se sumergía en los movimientos antirracistas y de liberación nacional de los años 60, una década en la que Murguruza era un niño – “no recuerdo la muerte del Che, y no había nacido cuando fue la revolución de Argelia, pero esos años determinaron el mundo en el que voy a crecer” – la segunda parte del cómic y su adaptación cinematográfica, ambos presentados este fin de semana en Xixón dentro del MUSOC, se adentran en un tiempo que ya toca la biografía del fundador de Kortatu. De hecho, él mismo es uno de los personajes del cómic y la película, ya que Amanda viaja a la Euskadi de los años 80 y conoce allí a la histórica banda del rock radical vasco.
Que los personajes de Muguruza viajen tanto no es ajeno a la propia pasión por viajar del autor, que explica en la cafetería del Hotel Asturias, que la música y el cine siempre han sido una forma de
Concebido con un thriller político de Guerra Fría, en este caso de su recta final, “Ainhoa” tiene entre sus temáticas las conexiones entre tráfico de drogas, imperialismo norteamericano y movimientos contrarrevolucionarios. Muguruza, que dicta frases a toda velocidad, tiene claro que esos vínculos existieron, y que para la principal potencia mundial el control del mercado de las drogas es tan importante como el del mercado de las armas o el de recursos estratégicos como el gas y el petróleo. Su hegemonía global también depende de monopolizar los vicios y debilidades humanas.
“EEUU sigue siendo la corporación multinacional de la droga ilegal” explica el músico vasco, para quien afirmaciones como esta se sostienen con la desclasificación periódica de documentos oficiales secretos. Una desclasificación que, aunque con retraso, vendría a demostrar la implicación desde la guerra de Vietnam del Estado norteamericano en negocios relacionados con el narcotráfico. “Ningún negocio se les escapa, pero por lo menos en EEUU esta documentación se desclasifica” ironiza el autor de “Ainhoa”, contraponiendo esta práctica al secretismo de los gobiernos de España en temas como el 23F o la guerra sucia contra ETA. “Según se van desclasificando los documentos se confirma que la cocaína financió a la Contra nicaragüense y la heroína a los talibanes” sentencia Muguruza.
Afganistán es uno de los escenarios del cómic y la película. El músico y cineasta reivindica la olvidada “revolución afgana” de los años 80, que considera un movimiento “muy unido a la música y a la poesía”, emparentado con el sandinismo nicaragüense, y que también fue derrotado gracias a la financiación de guerrillas contrarrevolucionarias, en este caso de fundamentalistas islámicos. “Ya no hay música ni mujeres en las universidades” lamenta Muguruza sobre el retorno de unos talibanes que la propaganda anticomunista de los EEEU presentaba como “luchadores por la libertad” en películas de entretenimiento de los años 80 como “Rambo III”.
Muguruza también apunta que pese “a la imagen de transgresión y contestación” que la heroína adquirió entre la juventud rebelde de los años 60, cuando Lou Reed compuso una canción tan bella y sensual como “Heroin”, esta y otras drogas se usaron para destruir a movimientos revolucionarios como los Panteras Negras. ¿Se puede demostrar? ¿Existió esa misma política en la España de Felipe González? “Por lo menos en EEUU se desclasifica, aquí tenemos a Barrionuevo hablando con toda impunidad de su participación en el terrorismo de Estado” ironiza.
Sobre la visión que el cómic y la película dan de los años 80 en Euskadi y la violencia de ETA, el autor de “Ainhoa” explica que en el mundo social y cultural de la izquierda abertzale el debate sobre la legitimidad de las armas siempre existió, incluso en los momentos más duros, y se dio “en todas las cuadrillas”. Muguruza, un verso libre, crítico con ETA, y que protagoniza junto al socialista víctima de un coche-bomba Eduardo Madina el cómic “Los puentes de Moscú”, del asturiano Alfonso Zapico, apunta que incluso muchos de los que apoyaban entonces la lucha armada criticaban acciones por parte de esta que “fueron lamentables”.
Con respecto al debate sobre el relato que va a quedar de la violencia en el País Vasco, Muguruza pide matices, pero considera “un insulto” que un reconocido torturador franquista y colaborador de la Gestapo como Melitón Manzanas tenga hoy un lugar en el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
¿Qué vendrá después de “Ainhoa”? “No lo se. Voy a cumplir 60 años” explica Fermín, que trabaja siempre en varios proyectos a la vez. Si será un cómic, una película o un disco, está por ver. “Soy un contador de historias” resume, restando así importancia al medio en que estas se cuenten. A estas alturas de la vida prefiere no hacer planes a largo plazo y no sabe si habrá una nuevo trabajo cinematográfico. De este se lleva un buen sabor de boca y una experiencia única: poder “revivir” como personaje de animación a su hermano Iñigo, fallecido en 2019.
SÁBADO 14 ENERO, en MUSOC:
Este jueves 8 @susannamarteen y @muguruzafm estarán en la Feria del Libro y del disco @durangokoazoka firmando Black_Is_Beltza: Ainhoa de 11 a 13:30h.
¿Nos vemos allí?
Directa ➝
Conversem amb Fermin Muguruza i Susanna Martín, respectivament, director del film Black is Beltza II: Ainhoa i autora de les il·lustracions de la seva versió en format novel·la gràfica –a partir d’un guió del mateix Muguruza, Harkaitz Cano i Isa Campo, en català de la mà de Pol·len Edicions– que aquests dies han presentat a Barcelona, coincidint també amb l’estrena de la pel·lícula als cinemes Girona i altres sales de Catalunya. Es tracta de la segona part d’un projecte amb el mateix esperit multimèdia que aquest referent de la música basca (Kortatu, Negu Gorriak…) va donar a conèixer l’any 2018, aquest cop reencarnat en la filla del protagonista de la primera entrega. La xerrada dona per molt. Entre els temes que han sortit, i que s’apunten a la pel·lícula i la seva versió impresa: la guerra bruta al País Basc, la relació entre ficció i memòria col·lectiva, l’autodefensa feminista, el moviment Black Lives Matter, Iñigo Muguruza, el Corto Maltès, Alien… Però sobretot hem parlat sobre el vincle entre música i revolta.
Fermin Muguruza: Hi ha gent que jo respecto molt, com l’Alejo del grup Derribos Arias, que pensa que això no va passar. Això no obstant, podem constatar que existeixen documents que en un moment donat es van fer públics i després van desaparèixer, com per exemple l’informe Navajas [promogut pel fiscal en cap de l’Audència Provincial de Guipúscoa, Luis Navajas, el 1989]. Per què no podem llegir avui l’informe Navajas? Així podríem veure la connexió que hi havia entre el poder policial, la guerra bruta i el narcotràfic, la qual s’ubicava geogràficament al quarter d’Intxaurrondo que, com sabem, al seu moment estava molt relacionat amb el govern espanyol, que va ser la causa que dos ministres d’Interior, Vera i Barrionuevo, anessin a la presó. Una de les eines de la guerra bruta era el finançament que provenia de l’heroïna. N’hi ha proves, i n’apareixeran més, com ja ha passat als Estats Units. De fet, el lehendakari Ardantza afirma en les seves memòries que, quan era alcalde d’Arrasate, va organitzar un petit grup de policies municipals per seguir els cotxes que anaven carregats d’heroïna cap a Intxaurrondo. Encara que no vull fer propaganda de les seves memòries [riu], el que ell diu sembla un fet.
Fermin Muguruza: “L’animació per adults resulta totalment útil a l’hora de preservar i actualitzar la memòria col·lectiva”
F. M.: Hem fet una història d’aventures, un thriller polític, i és la manera que hem considerat millor per contar aquesta història divertint-nos i, al mateix temps, documentant tant els moments històrics que s’hi narren com les experiències que vam viure en primera persona. Crec que l’animació per adults resulta totalment útil a l’hora de preservar i actualitzar la memòria col·lectiva.
F. M.: Seguim la petjada de cineastes com Costa Gavras a Grècia; de Bertolucci i Pasolini a Itàlia; de Wim Wenders i Werner Herzog a Alemanya; i de l’època de la Nouvelle Vague a França… En el camp de l’animació, també m’ha influït Heavy Metal (Ivan Reitman, 1981) i la saga de Ghost in the Shell.
F. M.: En primer lloc, he de dir que Susanna és una professional amb una llarga trajectòria de creació de còmics. Domina perfectament el llenguatge de la novel·la gràfica. Per aquest motiu, tot va ser molt més fàcil per a mi des del principi, amb un estil de treball completament diferent, ja que, a diferència de l’ocasió anterior, la Susanna va calendaritzar amb precisió la data d’inici i de final. Per altra banda, aquesta vegada vam crear en paral·lel pel·lícula i còmic.
Susanna Martín: A mi em van passar un guió cinematogràfic i vaig dir: “Fermin, l’he de retallar”. Tot el que estava pensat pel metratge de la pel·lícula era impossible d’encabir en 125 pàgines. Vaig tenir total llibertat d’elecció dels continguts i per donar-los forma. Vaig fer servir la quadricromia i vaig respectar també l’estètica “un color, un viatge” que hi havia a la primera part de Black is Beltza.
S. M.: El còmic té un tractament feminista. Les hòsties que pega l’Ainhoa són diferents i estan inspirades en l’autodefensa feminista i les arts marcials. Si t’has d’enfrontar amb un armari empotrat i ets una dona no li dones un cop de puny a la cara per tombar-lo, tens altres estratègies com les puntades als ous. També, a diferència del film, he revisat el llenguatge perquè sigui inclusiu. Per últim, la mort d’un personatge molt important (no direm qui és per no fer un espòiler) suposa un punt àlgid tant del còmic com de la pel·lícula. I el tractament de les escenes és totalment diferent en els dos formats.
F. M.: No és un personatge real. Manex té dos referents. Un, Unax Ugalde, qui havia de posar-li veu; l’altre, el Corto Maltès, un personatge de ficció amb molts paral·lelismes amb ell i que ens va servir d’inspiració.
F. M.: Amanda està inspirada en cartells i fotografies de dones cubanes guerrilleres d’abans de la revolució. L’Ainhoa s’assemblava molt a la persona que li va posar veu, Maria Cruickshank, una persona mestissa filla de pare de l’illa de Granada i mare basca.
S. M.: M’agrada molt crear personatges. Sempre em pregunto a qui contractaria d’actor si volgués dirigir una pel·lícula. El paper d’Isabel, que és l’advocada, està inspirat en Ariadna Aristide, una actriu marsellesa que està molt compromesa socialment amb les causes actuals de la seva ciutat i que actua en films de cinema d’autor.
F. M.: Un altre personatge del film és una referència a la cantant libanesa Fairouz…
S. M.: I les escenes d’acció en què l’Ainhoa agafa un AK-47 provenen de la iconografia de la tinent Ripley a Alien (Ridley Scott, 1979), la meva pel·lícula preferida.
Susanna Martin: “Les hòsties que pega l’Ainhoa estan inspirades en l’autodefensa feminista. Si t’has d’enfrontar amb un ‘armari empotrat’ no li dones un cop de puny a la cara”
S. M.: La pel·li existeix principalment per homenatjar a Iñigo Muguruza i a totes les companyes de lluita del Fermín que segueixen vives. El primer passi va ser molt emocionant. En un moment donat tothom es va posar dempeus per cantar “Lau Haizetara”, el tema principal del disc homònim que Imanol Larzabal va publicar després de tornar de l’exili, i que forma part de la banda sonora original del film. Més enllà, aquest fet permet entendre la profunda connexió de la música amb les lluites, i il·lustra la idea de Salvador Allende que el mateix Iñigo parafraseja: “No hi ha revolucions sense cançons”.
S. M.: Sí, sens dubte. Més enllà, vull afegir que el passat està molt present i fa mal. Ara com ara, ETA encara serveix per enviar a la presó sense proves als implicats en el cas Altsasu. El dia de l’estrena va sortir a l’escenari Joseba Salutregi (director d’Egin que va passar set anys i mig a la presó); l’ovació de les 3.000 persones va ser monumental. Com a mínim, aquest moment va servir per contribuir a reparar en part un fet totalment injust, que té a veure amb la guerra contra la llibertat d’expressió.
S. M.: La informació, com l’AVE, passa primer per Madrid i després es distribueix. Aquesta idea funciona com una metàfora. Hi ha mecanismes que impedeixen una major connexió de les protestes, que era molt més complicada quan no hi havia internet, sobretot després del tancament dels diaris. Més enllà d’això, crec que el Pacte de Pau signat no ha estat real, perquè els presos no han retornat a Euskal Herria. Avui encara es reclama “Presoak etxera” (l’apropament dels presos) i tot això pràcticament no es veu fora del territori basc. S’ha d’anar amb peus de plom amb la imatge que es projecta. L’estigma “etarra” o “bilduetarra” es fa servir constantment per desacreditar lluites com el feminisme actual.
F. M.: La música portava el missatge. També, jo feia moltes entrevistes per a fanzins i ràdios lliures. Ara és molt difícil d’imaginar, però resolíem les ganes d’informació fent circular fotocòpies i cassetes que ens agradaven. Vam fer molts contactes a Europa amb Kortatu. Després, vam crear un circuit de música independent a Amèrica Llatina i a Àsia amb Negu Gorriak. Malgrat que no havíem fet cap distribució de la música de Kortatu, el primer cop que vam actuar a Mèxic l’any 1991 la gent se sabia les cançons… fins i tot “Zu atrapatuarte” en euskera!
Susanna Martin: “[A l’estrena] vam poder entendre la profunda connexió de la música amb les lluites, i il·lustra la idea de Salvador Allende que Iñigo [Muguruza] parafraseja: ‘No hi ha revolucions sense cançons’”
F. M.: Va ser coincidència, ja que vam començar el guió de la pel·lícula l’any 2010, i el còmic el 2014. Això no obstant, puc dir que prèviament havíem treballat amb Public Enemy o Ice T, que va tocar amb nosaltres amb el seu grup Body Count el 1996 al País Basc. No feia molt que el mateix Ice T havia publicat “Cop Killer”, per denunciar assassinats com el de Rodney King. Considerem que aquesta història és també la nostra dels anys noranta, quan Negu Gorriak estava en actiu. Pel que fa a la pel·lícula, comença amb un fet real i documental: el gegant negre que no pot desfilar per Nova York, a causa del racisme i la manca de llibertat d’expressió vigent llavors i avui. En tot plegat, també hi volíem afegir la reivindicació d’Emma Goldman: “si no puc ballar no és la meva revolució”.
S. M.: Algú va dir que si hi hagués una tercera part sonaria trap [riu]. Hauríem de veure quines músiques es van sentir durant la Primavera Àrab o el 15M… Bad Bunny, Residente i Ricky Martín van tenir un paper important en les mobilitzacions que van servir per enderrocar al president de Puerto Rico el 2019, quan es va posar en pràctica el reggaeton combatiu.
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L’Ainhoa és una jove cubana que a final dels vuitanta va anar al País Basc a conèixer la terra del seu pare i s’hi va trobar un context marcat pel conflicte armat i el consum d’heroïna. Després se’n va anar al Líban, l’Afganistan i Marsella i acabà veient de molt a prop el món de les xarxes de narcotràfic i els vincles amb la política. Aquest és el punt de partida de Black is Beltza II: Ainhoa, l’últim còmic de Fermín Muguruza, fet juntament amb Harkaitz Cano i Isa Campo i amb els dibuixos de Susanna Martín, que aporten una perspectiva diferent dels de la primera part. Aquesta segona part de Black is Beltza, que també té disc i film, denuncia la guerra bruta contra la dissidència en diversos llocs del món, repassa el bo i millor del punk i el rock basc dels vuitanta i esdevé un homenatge a Íñigo Muguruza, el germà de Fermín, que, com ell, apareix al còmic.
Parlem dels detalls de la història amb el cantant, productor i director Fermín Muguruza i amb la dibuixant de còmics i novel·les gràfiques Susanna Martín. L’obra és també una defensa decidida de les llengües minoritzades –s’ha projectat en basc a Madrid, s’ha editat en català…– i ambdós ho deixen clar: ell és un basc que parla català; ella, una catalana que aprèn basc.
—Fermin Muguruza [F. M.]: Sempre he tingut el còmic molt a prop… Al primer disc de Kortatu ja vam dedicar la primera cançó al còmic de Montesol Revuelta en el frenopático. Després del primer còmic de Black is Beltza ens van proposar de fer una exposició i activitats, i fins i tot vam acabar enregistrant un disc. Alhora, vam fer el primer film. Per tant, la idea d’un projecte transmediàtic va sortir pel camí, amb el benentès que volíem que cada plataforma tingués independència. En aquesta segona part ho hem fet tot alhora, però volia que tingués una altra estètica, i això ens ho podia donar la Susanna Martín, que ha fet molts còmics relacionats amb l’Amèrica Llatina, Palestina, de suport al moviment feminista…
—Susanna Martín [S. M.]: En Fermín al País Basc és un símbol. Jo visc allà, en un poblet molt petit i bascòfon, i tot sovint quan hi ha protestes o festes sona “Sarri, Sarri”. Qui m’ho havia de dir, que aquell cantant em proposaria un projecte! Sents responsabilitat perquè has de dibuixar Kortatu i perquè Black is Beltza I va ser molt gran. La feina de dibuixar la vaig fer a partir del guió cinematogràfic, que sempre és més llarg que el còmic, i he tingut força feina de retallar molt.
—S. M.: De primer, per a fer els dibuixos, van pensar en Natacha Bustos, que treballa per a Marvel i és mestissa. Hauria tingut molta lògica i molt de pes que hagués dibuixat Ainhoa, però no podia… Jo no sóc mestissa, però també em travessen moltes coses i vaig amb cura. Per exemple, en la qüestió del sexe lèsbic m’hi he recreat! Es troben a faltar bones recreacions del sexe lèsbic a les ficcions, és una mancança… I hi ha un personatge, Yassim, que he dut a un terreny ambigu. No és que sigui no binària, però és diferent, i li he posat una mica de mi.
—F. M.: L’Institut de la Cinematografia i les Arts Audiovisuals (ICAA) ens va dir que donaven suport a l’animació, i per això vam ser una mica ingenus i vam pensar que podríem tenir més finançament. Però TVE ens va dir que el guió no encaixava en la seva línia editorial. No és tan sols què van dir-nos a nosaltres, sinó què diuen amb totes les pel·lícules del conflicte basc que sí que encaixen en la línia editorial. Al Festival de Cinema de Sant Sebastià totes les pel·lícules de la nostra categoria tenien el suport de TVE i l’ICCA. La nostra, no…
—F. M.: La batalla pel relat sempre l’hem tinguda, i és per això que en aquest llibre parlem dels anys vuitanta. Llavors nosaltres ja cantàvem sobre una realitat diferent de l’oficial; tots els grups que surten a la pel·lícula i el còmic: Kortatu, Vulpes, Eskorbuto, La Polla Records, Barricada, Cikatriz, RIP… També hi surt Vómito perquè és el grup de Víctor Pérez, el meu company d’escola, festes i militància. Després de l’heroïna va tenir la sida i va morir. El rock basc va ser molt important en això, però som encara en la batalla pel relat. Després de la pel·lícula Lasa i Zabala no han donar suport a cap altra amb un punt de vista com aquest. Després d’aquesta van dir xxxxt…! I Unax Ugalde, que va posar la veu a aquesta pel·lícula, va tenir moltes dificultats perquè viu a Madrid i li van posar una pistola al cap en una discoteca… Tenim el govern més d’esquerra de la història després de la Segona República, però què passa?
—S. M.: I allò de “bilduetarres” encara sona… O la persecució de les feministes basques al crit de “puta etarra”, com li fan a Irantzu Varela… És increïble.
—F. M.: L’heroïna és una eina de la guerra bruta, no tan sols al País Basc. És la mateixa història que va passar als Estats Units, que es va utilitzar la droga per finançar la guerra contra Nicaragua i després la guerra contra l’Afganistan socialista.
—S. M.: Als Estats Units també hi va haver bandes que després es van transformar en maras, quan van expulsar del país els seus membres a partir de finals dels vuitanta. Van tornar als països d’origen carregats amb una motxilla molt bèstia de narcotràfic.
—F. M.: Van reproduir tot l’esquema de maras, de bandes, de gangs, que havien après als Estats Units, però als seus països d’origen. El control de tota aquesta droga il·legal sempre l’ha fet la CIA, que és la gran multinacional…
—F. M.: No és que nosaltres ho pensem, és que en tenim constatació empírica. Tenim l’informe Navajas! Només en van sortir a la llum unes quantes pàgines, però assenyalaven la caserna d’Intxaurrondo, i especialment Galindo, que tenia pisos pertot arreu, milions de pessetes, cotxes… Aquest informe va desaparèixer. A més, hi ha allò que l’ex-lehendakari Ardanza va escriure a les seves memòries: quan va ser batlle de Mondragón estava molt preocupat perquè veia que l’heroïna entrava al poble. Va crear un petit grup de policia municipal per investigar què passava amb uns cotxes que hi anaven cada setmana. Van fer un seguiment i aquells cotxes venien de la caserna d’Intxaurrondo! I Ardanza no és sospitós de donar suport a l’esquerra independentista… Va defensar molt el neoliberalisme i es va pagar amb diners públics una visita amb Ronald Reagan. De les clavegueres de l’estat en diem “clavegueres”, però són molt a la superfície, amb Villarejo, Ferreras… I no tan sols contra els bascs, parlem també de Catalunya. Amb nosaltres van fer un experiment per a aplicar-lo arreu. Voleu votar? Doncs model basc…
—F. M.: Tenim Pablo Hasel a la presó i Valtònyc a l’exili. Jo vaig ser a totes les manifestacions i vaig participar molt activament contra l’empresonament de Hasel, i fa tres anys també vam fer un sound system amb La Mata, Chalart58 i Los Chikos del Maíz per a donar suport a Valtònyc. És una injustícia i necessitem l’amnistia per a tots dos.
—S. M.: No es pot parlar de res: ni criticar la família reial, ni res. També van segrestar Fariña simplement perquè assenyalava Aliança Popular. Abans parlàvem de què es pot dir i què no sobre el País Basc… Doncs arrosseguem molts forats negres que no hem tapat, com la qüestió de les fosses comunes o de les clavegueres. De Jordi Pujol, per exemple, no s’ha dit tot. No es diu res de moltes coses… Hem d’agafar una excavadora i començar a remenar la merda fins que surti tot.
—F. M.: En el cas basc, això que fa Bildu al congrés, a part de denunciar moltes coses, s’explica perquè tenim un procés de pau que encara no ha acabat. És per això que negocia moltes coses que per a nosaltres són imprescindibles, com ara tenir els presos no tan sols al costat de casa seva, sinó també lliures per a poder tancar el període de la lluita armada. És molt fàcil de llegir entre línies què fa Bildu a Madrid. Quan dóna suport a segons què és també perquè té un cop d’ajuda per als presoners polítics o per als refugiats, que han tornat gairebé tots. No crec que sigui cap secret: és llegir políticament què passa. No fem gaire soroll perquè potser dins les negociacions hi ha la idea de no fer soroll, de no fer benvingudes… No sóc en cap taula de negociació, però crec que va per aquí…
—S. M.: Jo des que visc al País Basc he agafat més perspectiva i no puc deixar de comparar les maneres d’uns i altres. Estic molt d’acord amb l’acostament dels presos. Visc en un poble en què un percentatge molt alt de persones han estat o continuen a la presó, en molts casos que conec de manera injusta… Arran de l’1-O també em vaig adonar de com reaccionaven molts. Sorties del País Basc i la bandera espanyola era arreu. A mi m’han fet molta broma: “Catalana i al País Basc, tant com pots per no trepitjar el centre!” Doncs sí! Arran de l’1-O m’he vist reforçant una idea d’independència que tenia molt més apagada quan vivia aquí. Pensava que la cosa anava bé, fins que em vaig adonar que no, que era una aigua calmada que encara no s’havia mogut.
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Este jueves, 6 de octubre, llega a las librerías, Black is Beltza II: Ainhoa (Reservoir Books), la segunda novela gráfica del proyecto multimedia de Fermin Muguruza (Kortatu, Negu Gorriak) cuya nueva película se estrenó en cines la semana pasada. El músico, Harkaitz Cano e Isa Campo firman el guion que ha transformado en viñetas Susanna Martín (Annemarie, Ofensiva final).
Hemos preguntado a Susanna qué es lo que le ha atraído de este proyecto que también incluye un disco y una gira de Muguruza: “Lo primero, la oportunidad de trabajar con Fermin Muguruza, que es un símbolo en el País Vasco, en muchos sentidos. Además, colaborar en un proyecto como este, que es muy distinto a lo que estaba acostumbrada. También me han dejado aportar mis granitos a la historia. Y, por supuesto, que me encantó el guion. Lo que nos sospechaba es el enorme trabajo que me iba a suponer este cómic”.
El primer cómic y la película original de Black is Beltza se centraban en los movimientos sociales de los 60. Este nos traslada 20 años en el futuro para contarnos la historia de Ainhoa, una joven boliviana que viajará por algunos de los puntos más conflictivos del mundo en los 80, en los últimos años de la Guerra Fría, desde el País Vasco hasta Beirut, pasando por Kabul o el Kurdistán.
“Ainhoa –nos cuenta Susanna-, es la hija de Manex y Amanda, los protagonistas de la primera entrega, y nos sirve para repasar todas esas revoluciones que hubo en los 80, sobre todo desde el 86 al 88, cuando transcurre la historia del cómic, desde la revolución sandinista, Afganistán…”
“Ainhoa viajará por oriente haciendo fotos para Josune, una joven periodista –continúa-. Pero también hay numerosos guiños a todas esas revoluciones que tenían lugar en Latinoamérica”.
“En esa época –añade-, yo tenía diez o doce años y recuerdo poner la televisión y parecía que solo había guerras en el mundo. Creo que fue una época muy dura. Ahora también vivimos tiempos delicados, pero parecía que en aquella época las cosas solo se podían solucionar con guerras”.
Otro de los temas es el del narcotráfico. “Si, hablamos de ese narcotráfico orquestado por los gobiernos de grandes países a nivel mundial -afirma Susanna-. También sobre la heroína, que hizo mucha mella en el País Vasco, sobre todo en Guipuzcoa, Bilbao y los alrededores de Donosti, donde mucha gente murió por sobredosis, SIDA… Y también hablamos sobre cómo la introducción de la heroína en el País Vasco, en esa época final de ETA, fue una estrategia política central, del gobierno español, para intentar someter a la juventud y mantenerlos ocupados con las jeringuillas”.
Susanna describe la historia como: “Una película de espías de los años 70, de las que yo veía de pequeña sobre la guerra fría, el contraespionaje. Tiene ese espíritu. Y luego mucho suspense, porque piensas que Ainhoa es una chavalita un poco ingenua, que se dedica a sacar fotos en un bar, que hace un viaje de reencuentro familiar, pero al final descubrimos que no es tan inocente y nos tiene reservada una sorpresa”.
Destacar también la influencia de Corto Maltés en el cómic, algo patente desde la propia portada: “Esa imagen de la cubierta es un homenaje a Hugo Pratt y Corto. Está muy inspirada en su álbum Las Etiópicas (Norma), en esas mujeres que él dibujó. Además, hay un pequeño guiño, que ya estaba en el guion, porque Fermin es muy fan de Corto. Y es que cuando Ainhoa llega a Pamplona le enseña unas fotos de guerrilleros a su abuela y uno de ellos es Cortó Maltés. El espíritu de Corto Maltés sobrevuela todo el cómic”.
Uno de los mensajes de la película es que la Cultura puede cambiar el mundo. “Totalmente –asegura Susanna-. Hay una frase que dice Iñigo Muguruza en el cómic, parafraseando a Salvador Allende que es: ‘No hay revolución sin canciones’. Y yo estoy totalmente de acuerdo. Pero con cultura no me refiero a ir al cine, sino, por ejemplo, lo que hicieron en Nicaragua de ir alfabetizando a la gente de los pueblos para que supieran leer y tuvieran sus propias ideas. Creo que eso es fundamental. Es un poco lo que comentaba antes de usar la heroína para amansar a las masas, si nos quitan el pensamiento es cuando nos ganan la batalla”.
Y ya que hablamos de música, preguntamos a Susanna qué importancia tiene la música en la historia: “Eso es lo único que echo de menos en el cómic, la maravillosa banda sonora de la película. En las viñetas metemos muchas canciones, porque nos parecen importantes para la trama, pero esa banda sonora es fundamental para completar el retrato de esa época, de esa década, que también fue tan importante a nivel musical”.
Días de Cine:Black is Beltza II: Ainhoa.
“El cómic también es un homenaje de Fermin a su hermano pequeño, Iñigo Muguruza, que falleció en 2019 –nos comenta Susanna-. Para mí ha supuesto una gran responsabilidad dibujar esta historia porque, como comentaba, aquí Fermin y Kortatu son un símbolo. Y ahí estaba yo, dibujando el último concierto de Kortatu. Ha sido muy especial”.
En una de sus anteriores novelas gráficas, Annemarie (Norma, 2020), Susanna y María Castrejón recreaban la vida de la periodista, escritora y fotógrafa Annemarie Schwarzenbach (1908-1942). Le preguntamos si tiene algo en común con Ainhoa: “Son dos mujeres muy echadas para adelante, muy valientes, y por eso me gustan mucho. E incluso me dan envidia, porque yo no soy así y me gustaría serlo. Ver a personajes femeninos fuertes recorriendo el mundo de esa manera es genial. Y creo que es fundamental para que los jóvenes tengan referentes femeninos”.
Hablando de eso, destacamos también a Josune, una joven periodista comprometida que hará esos viajes junto a Ainhoa: “Es como su compañera de armas. Me encanta este personaje porque es una chavala corriente que se atreve con todo, que vive en Pamplona con sus colegas, su cuadrilla… y, de repente, se encuentra recorriendo el mundo para documentar todos esos conflictos; sin saber muy bien cómo ha llegado hasta ahí”.
Como os contábamos, este cómic forma parte de un proyecto multimedia que también incluye la película, un disco e incluso una gira. Preguntamos a Susanna por la relación del cómic con el largometraje: “Amabas cosas forman parte de este gran proyecto y se complementan. Pero, a la vez, las dos funcionan por separado, igual que la banda sonora, que puedes escuchar sin conocer la historia. Se mantiene esa individualidad de cada parte, pero forman parte de ese conjunto en el que todo encaja a la perfección”.
De hecho, Susanna no había visto la película hasta ahora: “La vi el día 30 de septiembre en el estreno. No quería que me influyera demasiado. Si que me pasaron los diseños de los personajes, para que no fueran demasiado diferentes, pero algunos los veía de otra manera, con el cuerpo diferente y cosas así, y me dieron muchísima libertad para hacerlo a mí manera. Es lo que decía antes, que muchas autoras actuales estamos creando referentes y para eso yo necesitaba esa libertad”
En cuanto al guion de Fermin Muguruza, Harkaitz Cano e Isa Campo, Susanna asegura: A mí me pasaron el storyboard de la película. Y lo leí, pero intenté que no me influyera, porque es cinematográfico y son narrativas muy distintas. Fue un currazo pasar el guion a las viñetas: adaptar escenas, simplificarlas e incluso eliminarlas; añadir otros ritmos, silencios o espacios… cosas que igual no están en la película. Ese es el trabajo invisible que hacemos y es lo que más me apasiona cuando hago un cómic, la parte más sesuda y más lenta de hacer”.
Preguntamos a Susanna hasta qué punto se ha inspirado en el primer cómic de Black is Beltza, realizado por Muguruza y el dibujante argentino Dr. Alderete: “Él tiene un estilo muy particular, muy personal, inspirado en la imaginería cartelística y las estampas mexicanas y mi estilo es muy diferente. Por eso he dibujado con mi estilo, pero he respetado su técnica de aplicación del color. También he aplicado tramas, como él, pero lo he hecho a mi manera”.
Para distinguir los viajes de la protagonista, uno de los recursos de Susanna Martín es el color: “Cada viaje tiene un color distinto para que los lectores se den cuenta enseguida de que están en otro país. Porque hay tanta información en el cómic que me daba miedo que la gente se perdiera entre tantos conflictos y viajes”.
“Y luego tuve que dibujar todos esos países –añade-. Fermin me pasó una cantidad ingente de fotografías y documentación gráfica de esa época, lo que me facilitó mucho el trabajo, porque hay una cosa que nos pasa a los dibujantes y es que, cuando trabajamos en cómics históricos de zonas que han sido afectadas o incluso destruidas completamente por guerras, es complicado encontrar las imágenes correctas”.
En cuanto a sus proyectos, Susanna nos comenta: “Ahora trabajo en dos proyectos, pero no me dejan hablar sobre ninguno de ellos. Y a raíz de Black is Beltza: Ainhoa están llegándome propuestas muy jugosas. Ahora mismo estoy viendo cómo las encajo y a ver qué puedo hacer, pero de momento no os puedo dar ninguna primicia!.
Black is Beltza: Ainhoa, llega a las librerías este jueves, 6 de octubre.
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