El músico y cineasta vasco Fermín Muguruza estrena hoy en el Nuevo Monumental la secuela de «Black is Beltza», disponible en Netflix
El músico y cineasta vasco Fermín Muguruza, reconocido por haber fundado bandas de rock como Kortatu y Negu Gorriak, está estrenando en la Argentina su segundo filme de animación para adultos, “Black is Beltza 2 Ainhoa”, en el que combina sus dos facetas artísticas. La película se podrá ver en Rosario a partir de hoy, a las 20, en el cine Monumental (San Martín 993) con la presencia del director.
El film es la secuela de “Black is Beltza” (2018), disponible en Netflix. Esa primera parte transcurre en octubre de 1965 en Nueva York y cuenta los acontecimientos que marcaron la convulsa sociedad de mediados de los sesenta: los disturbios raciales derivados de la muerte de Malcolm X, las excentricidades de los personajes de The Factory, las alianzas entre los servicios secretos cubanos y los Black Panthers estadounidenses, entre otros.
“Mis películas son musicales, tienen un ritmo muy mío. De hecho, todo el diseño sonoro lo hago yo y entregué una animática con la música original que es algo que siento que motivó a todos los animadores de manera especial en las dos películas”, arriesga Muguruza.
El film es una coproducción vasca-argentina en la que la compañía rosarina Draftoon SRL se encargó de la animación. Este lazo con esa firma local explica que la película sobre las andanzas de Ainhoa tenga esta noche una función especial en el cine Nuevo Monumental.
Como prólogo a esta gira argentina, el filme tuvo su estreno mundial en el marco del 70º Festival de San Sebastián realizado en septiembre pasado, donde agotó las 3.000 localidades de una proyección al aire libre en el Velódromo de Anoeta.
“Ese día 23 de septiembre en una pantalla gigante de 400 metros cuadrados fuimos tres mil personas respirando la película al mismo tiempo y fue una maravilla”, evoca el compositor que antes rodó los documentales “Bass-que Culture” (2006), “Checkpoint Rock: Canciones desde Palestina” (2009), “Next Music Station” (2011), “Zuloak” (2012), un año más tarde codirigió junto a Daniel Gómez “No More Tour” (documental sobre su propia gira) y hacia 2016 “Nola?”.
Esa obra audiovisual referida a músicas de los márgenes y resistencias varias no dejaba entrever que Muguruza (nacido en Irún el 20 de abril de 1963) apostaría por torcer su rumbo cinematográfico hacia la animación, un cambio que atribuye a que “se trata de un formato muy joven y muy interesante porque es una manera de contar relatos de un modo que la ficción no te permite”.
“A mí me parece -desafía el rockero- que la animación puede mejorar los mundos que imagino y eso es algo que la ficción no puede darme aunque me considero un fanático de la ficción”.
La historia de “Black is Beltza 2 Ainhoa” se sitúa en la década del 80, siguiendo los pasos de la muchacha negra criada en Cuba que, a sus 21 años, comienza un viaje iniciático por el País Vasco como primer destino para conocer la tierra de su padre Manex.
En ese contexto donde la banda Kortatu da su recital de despedida con el repertorio de su cuarto y último disco “Azken guda dantza (“La última danza de guerra” en euskera), conoce a la periodista Josune y juntas trazan una travesía personal, violenta, pasional y política por Líbano, Afganistán y la ciudad francesa de Marsella en tiempos del final de la Guerra Fría.
Desde tu propia posición militante la recorrida de Ainhoa no deja de mostrar los problemas y dificultades que arrastraba el campo revolucionario de aquellos años.
Me pareció necesario mostrar las contradicciones porque nosotros vivimos en completa contradicción siempre, pero la idea también fue poder meternos en la dialéctica de la discusión que se daba entonces y se sigue dando ahora porque yo he vivido en toda ocasión conflictos también dramáticos y armados que he podido visitar porque no solamente soy del País Vasco y he vivido el País Vasco. Lo que muestra la película también forma parte de nuestra historia y tenemos que contarla porque también hay muchas cosas que fueron virtuosas y así como la resistencia armada puede servir para combatir el fascismo hay que atreverse a pensar en otras etapas de la lucha y, como me dijeron combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, “nosotros estuvimos expuestos a morir en la guerra y ahora estamos dispuestos a morir en la paz”.
¿Esa preocupación por encontrar las mejores maneras de dar estas peleas te acompaña desde siempre?
Claro. Tenemos que explorar nuevas formas de combatir también la injusticia y por eso en la película mencionamos a Gladys del Estal, una jovencita que empezaba a intentar explorar vías de desobediencia y fue asesinada de un balazo por la Guardia Civil en Navarra mientras participaba de una sentada de protesta antinuclear en plena época de la Transición. Esto fue en 1979, tenía 16 años, ya muerto (el dictador Francisco) Franco, triunfa la revolución sandinista y sale “London Calling” de los Clash (risas). ¿Te puedes imaginar eso cómo le vuela la cabeza a uno? Sobreviví a todo esto y estoy haciendo esta entrevista contigo.
¿Hacer cine es parte de la apuesta por seguir vivo? ¿Estás preparando una tercera película de animación?
No va a haber otra animación por ahora porque necesito tomarme un tiempo de descanso. No tuve manera de dejar una semana libre desde que empecé hace cuatro años con esta película. Así que el año que viene, ya que en abril cumplo 60, tiene que ser un año de parón tras una vida que ha sido un movimiento frenético y de actividad. Hay momentos simbólicos y cumplir 60 años es como decir “llegué aquí, ¿no?”.
¿Alguna vez pensaste que no ibas a llegar vivo a tus 60 años?
Nunca pensé vivir tanto en este mundo, pero por otro lado también me considero tan joven y no me doy cuenta de que tengo esa edad aunque me acuerde mucho de cada disco, de cada gira, de los países que visité y de las personas con las que estuve y que me marcaron.